La uva es una fruta que crece en racimos a partir de la vid (Vitis). Los racimos tienen cantidades muy variables de uvas (puede haber de 6 a 300 uvas por racimo).

Las uvas pueden ser blancas, verdes, negras, moradas, amarillas, doradas, rosadas o púrpuras y son sumamente dulces.

Se puede consumir como fruta fresca, zumo o conservas y se utiliza para la elaboración de distintos tipos de vino (luego de un proceso de fermentación).

La vid es una planta que se cultiva formando arbustos trepadores. Esta acción la realiza a través de zarcillos que se enroscan a otras plantas.

Es una planta bastante resistente a heladas y climas fríos y no necesita cualidades especiales en los suelos. Desde la siembra a la cosecha pasan aproximadamente entre2 a 3 años.

Las hojas son grandes y lobuladas y las flores, pequeñas y agrupadas en racimos.

Si crece sin cuidados puede llegar a medir hasta 17 metros de altura.

Los frutos son bayas que contienen semillas duras. El tamaño varía de 12 a 24 mm. La forma puede ser redondeada, elíptica, ovoide o cilíndrica y el color varía desde el verde amarillento al rojo negruzco.

La propagación de las vides puede realizarse de diferentes formas:

  • Por semilla: es usada para la creación de nuevas vides.
  • Por estaca: es la más común para su uso comercial.
  • Por acodo: método artificial que consiste en posibilitar la aparición de raíces por medio del calor, la humedad de la tierra y de ligaduras en las ramas acodadas.
  • Por injertos: se usan para darle ciertas características a una variedad que anteriormente no las poseía.

Los principales productores de uvas son: China, Italia, Estados Unidos, España, Francia, Turquía, India, Argentina, Chile, Irán, Sudáfrica, Egipto, Australia y Brasil.

 

Historia del cultivo de uvas

 

La uva es originaria de Asia (Cáucaso y Asia Occidental).

Se sabe que su cultivo se remonta a tiempos prehistóricos ya que, se han encontrado semillas en yacimientos arqueológicos de la Edad de Bronce.

La bodega de vino más antigua conocida es una datada como del año 4.000 A.C.

Hay múltiples referencias a la uva y el vino en los registros antiguos: la existencia de Baco, dios griego del vino; la crónica del primer milagro de Jesús convirtiendo el agua en vino en las bodas de Caná.

Los egipcios también cultivaban la vid según registros jeroglíficos y la usaban para comer fresca y para producir vino.

En el siglo IX la ciudad de Shiraz en Persia era conocida por producir vinos de inmejorable calidad en el Medio Oriente.

El Imperio Romano fue el encargado de expandir el cultivo de la uva por toda Europa, incluso hasta los países nórdicos donde se las cultivaba en invernaderos para protegerlas del frío.

Los griegos también desarrollaron la viticultura. Hipócrates, gran médico griego, la calificaba como el alimento más completo y aconsejable para todas las etapas de la vida.

Como la mayoría de los productos europeos, la uva llegó al continente americano por medio de los conquistadores durante los siglos XIV y XV.

Lamentablemente los cultivos europeos fueron atacados por una plaga latinoamericana, la filoxera y la viticultura europea se vio gravemente afectada por varios años.

Por eso los europeos debieron realizar injertos con cultivos americanos (que ya eran resistentes a esta plaga) creando nuevas especies de vides.

 

Variedades de uvas

 

Existen múltiples variedades de uvas que pueden clasificarse según su destino:

  • Uvas para mesa: destinadas para el consumo en fresco. Suelen ser grandes, de color uniforme, piel delgada, pocas semillas y sus racimos no están tan apretados. Dentro de estas podemos encontrar uvas blancas, rojas y negras. Representan el 27 % de la producción mundial.
  • Uvas para pasas: son de textura suave y habitualmente con pocas semillas o sin semillas. Las pasas son uvas deshidratadas al sol y las más conocidas son las de Corinto y las Sultana.
  • Uvas para obtención de mosto: deben mantener su sabor y olor naturales a pesar de los tratamientos que se les realizan para su conservación. Suelen ser de la variedad Vitis Labrusca (de origen en Estados Unidos y Canadá). El mosto era el único alimento que consumía Mahatma Gandhi en sus ayunos prolongados.
  • Uvas para enlatados: no poseen semillas y se usan junto a otras frutas para cocteles y ensaladas. La variedad más conocida es la Sultanina.
  • Uvas para la producción de vino: pueden clasificarse en tintas y blancas. Las uvas son pequeñas, de piel gruesa y más dulces que las uvas de mesa. Representan el 71 % de la producción mundial.

Componentes de las uvas

 

La uva consta fundamentalmente de agua (80%); hidratos de carbono (17 %) como glucosa, fructosa, sacarosa, dextrosa y levulosa; algo de fibra (aproximadamente 1 %) en forma de celulosa; no contiene proteínas ni grasas; posee una importante cantidad de vitaminas (todas las del complejo B, especialmente B6, β-caroteno (precursor de la vitamina A) y C; también aporta minerales como potasio, magnesio, azufre, calcio, hierro y pequeñas cantidades de selenio, manganeso y cobre.

Otros componentes esenciales de las uvas son algunas sustancias no nutritivas como: el resveratrol (sustancia con propiedades antimicóticas, antioxidantes y anticancerígenas), flavonoides como la quercetina y la miricetina, antocianos (pigmentos vegetales presentes en piel de las uvas rojas) y taninos que también actúan como antioxidantes y refuerzan el sistema inmune.

 

Beneficios de las uvas para la salud

 

1-    Control de la presión arterial

Este efecto se debe a su gran contenido en potasio que ayuda a controlar la presión alta o hipertensión arterial.

2-    Mejoran el funcionamiento intestinal

Son muy útiles en casos de estreñimiento por su contenido en agua y fibras. Y además mantienen saludable la microbiota intestinal.

3-    Ayudan a prevenir el envejecimiento y son anticancerígenas

Ayudan a prevenir el envejecimiento prematuro por su gran contenido en antioxidantes, sobre todo el resveratrol contenido en la piel de las uvas rojas. También actúan reduciendo la cantidad de radicales libres en el organismo que producen oxidación excesiva, promoviendo el crecimiento de células cancerosas (por ejemplo, en el cáncer colorrectal). Estos dos beneficios se deben sobre todo al resveratrol (por eso es saludable comer las uvas rojas con piel).

4-    Previenen la osteoporosis

Su contenido en boro previene la aparición de osteoporosis en las mujeres embarazadas y postmenopáusicas. El boro actúa reduciendo la excreción de calcio, fósforo y magnesio, minerales esenciales para el mantenimiento de la salud de los huesos.

5-    Disminuyen el riesgo de enfermedades del sistema cardiovascular

Previenen la acumulación de plaquetas y reducen la presión arterial a través de mecanismos antiinflamatorios. La quercetina, especialmente, parece reducir el riesgo de aterosclerosis. Fomentan la producción de óxido nítrico en sangre (que actúa como vasodilatador).

Existe un estudio que dice que la ingesta de un producto con aceite de semillas de uva, ajo, lúpulo y té verde durante 1 año podría ayudar a prevenir la formación de placas ateroscleróticas en las arterias.

6-    Ayudan con la depuración del organismo

Las uvas poseen un poderosos efecto diurético beneficioso en casos de litiasis renal (cálculos alojados en el aparato urinario), hiperuricemia, gota, edemas e hipertensión.

Por otra parte, la pectina ayuda en la eliminación de sustancias nocivas para el organismo.

7-    Aportan energía

Debido a su alto contenido en hidratos de carbono aportan 65 Kcal por cada 100 gramos de la fruta. Si tomamos pasas en lugar de la uva fresca, su contenido calórico aumenta mucho (263 Kcal por cada 100 gramos de pasas) por lo que debe controlarse su consumo si se está queriendo perder peso.

Ayudan en casos de anemia, fatiga y ejercicio físico y mental extenuante. Su índice glucémico es bajo por eso se las indica a los deportistas y cualquier persona antes de iniciar una actividad física rigurosa.

8-    Previene la espina bífida

La espina bífida es una malformación congénita que sucede por falta de suficiente ácido fólico (vitamina B9) en el organismo. Produce un defecto en el cierre del tubo neural que acarrea compromiso de la columna vertebral e incluso de la médula espinal. Por eso es beneficioso para las embarazadas consumir uvas frescas (además del aporte de ácido fólico que les indicará su médico).

Las uvas también tienen vitamina B6 que influye en el desarrollo cerebral del feto.

9-    Ayudan en el tratamiento de problemas venosos

Los extractos de hojas y semillas de uva pueden ayudar a los pacientes con inflamación en los miembros inferiores por problemas de circulación (insuficiencia venosa crónica). La proantocianidina presente en las semillas aliviaría la sensación de piernas pesadas o cansadas, tensión, cosquilleo y dolor.

10- Ayudan a prevenir problemas cognitivos

La ingesta de jugo de uvas durante 12 semanas parecería mejorar la atención, el lenguaje y la memoria en ancianos con enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer o la demencia

 

Contraindicaciones de las uvas

 

Si se consumen en exceso podrían provocar ciertos efectos adversos como:

  • Flatulencia o gases.
  • Aumento de la glucemia. Por lo tanto, los diabéticos pueden consumirlas, pero sin excederse en la cantidad recomendada por su médico.
  • Incremento de los síntomas de la diarrea, gastritis, acidez o reflujo gastroesofágico.
  • Se puede tener alergia a las uvas.

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