Unilever continúa con su apuesta por lo sostenible, para ello quiere reciclar, reutilizar y comportar para dar una segunda vida a los envases. La conocida multinacional quiere que el plásitco de los envases que acompañan marcas como Knorr, Dove, Flora, Frigo, Skip o Mimosin puedan volver a ser útiles y, de esta forma, reducir el impacto medioambiental.
Uno de los objetivos de la compañía anglo holandesa pasa por conseguir que todos sus packaging de plástico sean reciclables para el año 2025. En la actualidad ya se puede dar una segunda oportunidad al 70% del plástico que generan los productos de Unilever, que después de su uso pueden reutilizarse para nuevos artículos.
Sólo un 14% de los envases de plástico que se usan en el mundo se dirigen a las plantas de reciclado, se dispone de una estimación que en el año 2050 habrá más plástico que peces en los océanos del planeta, según el informa de La nueva economía, presentado la última edición del Foro Económico Mundial de Davos.
Huella medioambiental
Con la puesta de la compañía por la conocida como economía circular, se tiene como objetivo reducir la entrada de materiales y la producción de desechos vírgenes. El grupo se ha comprometido a reducir el impacto de sus productos después del consumo, de este modo cumple con el Plan Unilever para una Vida Sostenible con más de siete años de vida.
Por el momento, la huella medioambiental de los consumidores de productos de Unilever se ha reducido un 28% desde 2010. Esto ha sido posible gracias al diseño de envases que utilizan menos material o al uso de tecnología para reducir la cantidad de plástico de los embalajes. La compañía continúa apostado por el pensamiento circular en los procesos de innovación, para ello desarrollan envases sostenibles para repensar en el diseño de cada uno de los productos.
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