Los robos involucraron nueces y cerezas, según medios locales de la provincia de Mendoza (Argentina).
Entre sus puntos “atractivos”, puntualizó la prensa argentina, está el alto valor de dos cosechas por kilogramo. Lo que significa que es rentable sacar menos producción. Además, la falta de supervisión y control, especialmente para semillas que no requieren un Documento de Transferencia de Plantas (DTV).
Esto permite a los recolectores ilegales llegar a las personas equivocadas, trabajar con nueces y enviarlas al mercado interno. Maipú, Luján y el corredor internacional dijeron a El Agrario lo siguiente. «Se debe considerar el origen y destino de las mercancías es fundamental para que no se pierdan en el camino. Aunque ‘el transporte de las nueces, es difícil de determinar si dichos bienes son de origen legal o ilícito».
El presidente de la Asociación de Nueces de Mendoza, Francisco Arturo Soriano también declaro. «Se han producido varios robos durante la zafra del año. Ahora y especialmente en abril, cuando la Policía investiga la origen de las mercancías».
Plan de trabajo
Soriano explica que “en el sector se está trabajando un mapa para el Ministerio de Seguridad. Esta muestra las vías más importantes por donde circulan mercancías. Tambien las carreteras secundarias que utilizan los ladrones para esquivar a la policía”.
En tanto, el organismo asegura que irá con mayor presencia la próxima temporada. Mientras que el gobierno metropolitano de San Carlos buscará combatir el comercio ilegal.
En cuanto al robo de cerezas, hablo el presidente de la división cereza de Mendoza, Diego Aguilar. Señalo que “los robos de cultivos son frecuentes en el Oasis Norte. En menor medida en el Valle de Uco. A pesar de la situación preocupante, el daño que causan a los cultivos también lo es. Pues al cortar una rama rompen el árbol, generando un costo considerable «
«Esto conlleva un aumento de la seguridad del personal en época de cosecha. Además de una mejora del perímetro cercas con alambre de púas y cámaras de seguridad. Aunque durante el año también sufren robos, pero cables y cuadros eléctricos”, agregó Aguilar.
Robos de cosechas
En la inseguridad rural, un delito menos conocido con grandes pérdidas es el robo de cultivos. Esto ocurre en productos con un valor por kilogramo más alto que las uvas, como nueces y cerezas. Generalmente resulta en pérdida de ingresos para los productores y daños a los cultivos.
¿Por qué se roban estas cosechas? Principalmente por dos razones. El primero es el alto valor que tienen el kilogramo. Por lo que hay que pagar una pequeña cantidad para llevar pequeños volúmenes en una mochila o bolso. El segundo es la falta de análisis y control de productos relacionados con la viticultura. Con mayores mecanismos de trazabilidad y aceite.
Este último es más notorio en las nueces, donde aún no se requiere una Transferencia de Planta de Documentos (DTV). Además, hay una serie de actores clandestinos que trabajan con las nueces y luego las envían al mercado interno. Esta falta de documentación también complica el trabajo de la policía para determinar el país de origen.
Daño a los cultivos de cerezas
Además del robo, a Aguilar también le preocupa el daño que le hacen a los cultivos. “Hay que recordar que le cortaron una rama y se la quitaron. Roban tu producción y rompen tu árbol. Allí si se genera un costo significativo. Cortaron todas nuestras ramas y luego en los campos vecinos comenzaron a recolectarlas”. Tengamos en cuenta que una planta da unos 8 kg de cerezas. Entonces para robar 40 kg se necesitarían dañar unos 5 árboles.
Esto implica que al momento de la recolección se debe reforzar al personal de seguridad. Además de mejorar el cerco perimetral con alambre de púas y cámaras de seguridad. Cabe destacar que también enfrentan robos de cables y cuadros eléctricos durante el año.
Este productor justifica no ser una persona que busque determinados tipos de fruta. Pero grupos de hasta 30 personas cargan de 100 a 200 kg. Fueron las cerezas las que luego se destinaron al mercado interior. Desde vendedores de verduras hasta vendedores ambulantes en bolsas de plástico.
