Existen mitos, medias verdades o directamente bulos que, a fuerza de repetición, se terminan dando por ciertos. La cerveza no es la excepción. Por ese motivo, los expertos cerveceros de Heineken España realizaron un “fact-check” de algunos mitos sobre la cerveza muy extendidos.

Mitos sobre la cerveza: temperatura y espuma

Mito #1. La cerveza debe beberse siempre muy fría. Falso. Aunque en algunos países de clima cálido se la prefiere a baja temperatura, algunas cervezas deben tomarse a temperatura mayor para disfrutar todos sus matices. Por ejemplo, las cervezas artesanas. Según explicó Paco Ruiz, maestro cervecero de la fábrica Heineken de Madrid, “la temperatura de servicio de la cerveza depende del tipo y de la cultura local». Este experto aclaró que el frío  ayuda a potenciar el poder refrescante de una cerveza. Sin embargo, dificulta la percepción sensorial. Recomendó degustar las Lager a 2-6°, en tanto servir las tipo Ale o de Abadía 5-8°. Esto permite que se liberen todos sus matices.

Mito #2. Una caña bien tirada tiene poca espuma. Falso. Es otro de los mitos sobre la cerveza muy extendidos. La espuma está formada por burbujas creadas por el carbónico propio de la cerveza. Además es parte del proceso de degustación ya que facilita la transmisión de los aromas propios. Jorge Varela, maestro cervecero de La Fábrica de Cruzcampo de Málaga, explicó que “con un espesor de dos dedos aproximadamente, actúa como tapón natural para retener los aromas y protege de la oxidación que es el enemigo número 1 de una buena cerveza”.

Género y salud

Mito #3: la cerveza es una bebida masculina. Falso. Según reveló el último informe de Cerveceros de España, del 81% de los adultos que consumen cerveza, el 53% son hombres y el 47% mujeres.

Mito #4. La cerveza engorda. Depende de con qué alimento se la combine. La cerveza está incluida en la Dieta Mediterránea, declarada Patrimonio de la Humanidad de la Unesco. Por su parte la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria (SENC40) la reconoce como parte de su Pirámide de la Alimentación Saludable. Sin embargo, recomienda un consumo opcional y moderado en adultos sanos. Irene Pascual, maestra cervecera de Factoría Cruzcampo consideró que esa es la clave, además de con qué tapa se la acompañe. “La cerveza es uno de los alimentos con menos calorías sobre la barra del bar, además de ser rica en nutrientes, como carbohidratos y proteínas y en vitaminas, ácido fólico y antioxidantes”.

Mitos sobre los componentes de la cerveza

Estos mitos sobre la cerveza se refieren a sus componentes e ingredientes: malta, levaduras y alcohol.

Malta

Mito #5. La malta es un cereal. Falso. La malta es el resultado de la transformación de cereales como el trigo o la cebada. Así, los nutrientes de los cereales se combinan con la levadura para que ésta los transforme en cerveza. Irene Pascual aclaró que existen cervezas 100% malta como Amstel o Heineken® y también cervezas que tienen granos sin maltear, que hacen que las cervezas sean más ligeras y fáciles de beber, como Cruzcampo.

Levadura

Mito #6. La levadura en un ingrediente. Depende del tipo de cerveza. Si bien la legislación española la considera un ingrediente, no juega el mismo rol que las materias primas ya que su papel es la fermentación. En las cervezas filtradas se eliminan las levaduras, mientras que no sucede lo mismo en las cervezas sin filtrar. Juan Jiménez, maestro cervecero de Factoría Cruzcampo comenta que “se considera un ingrediente ya que si no lo añades a tu receta no te sale cerveza. Nosotros siempre la presentamos como la verdadera maestra cervecera, ya que se alimenta de los nutrientes del mosto convirtiéndolos en alcohol, CO2 y aromas, estos últimos tan importantes para definir el perfil de cada cerveza como Heineken®, con aromas a banana, o Cruzcampo, a manzana roja y anisado”.

Alcohol

Mito #7. Las cervezas 0,0 tienen algo de alcohol. Falso. Las cervezas 0,0 pasan estrictos controles que aseguran que el volumen alcohólico es inferior a 0,05%. Este es uno de los mitos sobre la cerveza que proviene de las antiguas “cervezas sin alcohol”. Éstas en realidad contenían un volumen mínimo. Jorge Varela, maestro cervecero de La Fábrica de Cruzcampo en Málaga, explicó que “A diferencia de las cervezas SIN que eran resultado de un proceso de fermentación muy corto, las 0,0 son cervezas que han completado su fermentación y a las que posteriormente se les retira toda presencia de alcohol.