Agricultores de cataluña que conforman la Unió de Pagesos (UP) advirtieron que la cosecha de frutos secos en Cataluña, en especial almendras, avellanas y algarroba, podría verse bastante reducida. Se debe a las adversidades climáticas, malos cuajos o polinizaciones y determinadas enfermedades. Sin embargo, las perspectivas del mercado son positivas.
Campaña de frutos secos y algarroba
Con la cosecha comenzada, las más perjudicadas serán las almendras. Podrían enfrentar los peores rindes de los últimos díez años. En toda Cataluña podría disminuir un 50% llegando a las 10.500 toneladas. La principal causa fueron las heladas de mediados de marzo y también existieron problemas de cuajado.
La cosecha de avellanas volverá a ser baja a causa de la mala polinización y la elevada humedad que favoreció la aparición del oídio, una enfermedad del follaje poco habitual en el avellano. Se calcula la cosecha en 6.000 toneladas, muy por debajo de la media de los últimos 10 años que fue de 12.000 toneladas.
La algarroba rondará las 6.000 toneladas, con una reducción del 45 % en el Camp de Tarragona y un poco por encima en les Terres de l’Ebre.
Buenas perspectivas del mercado global
Sin embargo, los agricultores de cataluña esperan que la demanda y el ritmo de operaciones comerciales de los frutos secos mejoren. Por ejemplo, las almendras españolas alcanzaron un precio entre 3,80 y 4,05 €/Kg frente a la última cotización de 3,35 €/Kg. Puede deberse a la baja de la producción de almendras en Estados Unidos, principalmente por las fuertes sequías en California, pero también al éxito de la producción ecológica y nuevas variedades en Cataluña. De hecho, ya se trabaja en la promoción de la “almendra ibérica” y aumentar la exportación a los países asiáticos.
Por otra parte, las cosechas de los principales países productores de avellana serán cortas lo cual favorece a los españoles.
La demanda de algarroba sigue siendo buena. España es la principal productora mundial. Este producto, tradicionalmente destinado a la alimentación animal, actualmente se está convirtiendo en un ingrediente “gourmet”. Altamente nutritiva y apta para celíacos, la harina de algarroba tiene innumerables aplicaciones culinarias. Además con el fruto pueden elaborarse jarabes, mermeladas y cremas.
