El comercio electrónico conforma una de las formas de negocio que más protagonismo está adquiriendo en los últimos años. A pesar de que parecía que eso de comprar por Internet era algo más arraigado entre los ciudadanos extranjeros, los últimos estudios demuestran que no, que España también se sube al carro del e-commerce; según ha señalado la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), este canal de venta está alcanzando máximos de facturación históricos.
El comercio electrónico en España avanza de manera progresiva, y ello a pesar de que sus cifras todavía no se pueden comparar con las que se desprenden de otras economías más maduras. Tal y como aporta el CNMC, sólo durante el segundo trimestre del pasado año el comercio electrónico facturó en España más de tres mil millones de euros, lo que se traduce en un 20,6% más con respecto al mismo periodo del año anterior.
Este organismo público que regula los mercados y garantiza la libre competencia en España también ha señalado en su informe que durante el segundo trimestre del 2013 se re registraron más de 45 millones de compras, es decir, un 24% más que durante el mismo periodo de año 2012.
Alimentación a través del online
Un dato significativo que se desprende del informe presentado por CNMC es el que hace referencia a la compra vía online de productos de alimentación por parte de los consumidores españoles; según este organismo, tan sólo el 2,4% de los ingresos obtenidos en España por el canal e-commerce se corresponden con la compra de productos alimentarios. Este porcentaje dista mucho del que ofrece el sector turístico (34%), que lidera la lista de los sectores que más facturan por el canal electrónico.
Balance comercial negativo
El comercio electrónico efectuado desde el extranjero con destino España facturó durante el segundo trimestre del año pasado 551 millones de euros, lo que implica un 39,7% más con respecto al mismo periodo del año 2012. Este dato implica que, a pesar del avance del e-commerce en las tiendas online españolas, la balanza comercial continúa siendo negativa, es decir, los extranjeros compraron durante el segundo trimestre del 2013 menos en las tiendas españolas que lo que los españoles compraron fuera (el déficit alcanzó en el periodo indicado los 759 millones de euros).
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