“Cualquier tiempo pasado fue mejor”, rezaba aquella mítica canción de los sesenta que se bailaba en los guateques repletos de jóvenes convencidos de que vivían una época única e irrepetible. La tan añorada década de los sesenta regresa en multitud de ocasiones en forma de moda, arte y música; durante este fin de semana los sesenta también regresarán a la barra del bar gracias a la cervecera Mahou que, no conformándose con su recién estrenada campaña navideña, ha optado por regalar a sus clientes un poquito de nostalgia con forma de botellín: Mahou Cinco Estrellas comercializará durante este fin de semana en los bares madrileños el tradicional y sesentero botellín de Mahou, más conocido como ‘el botijo’.

Más de trescientos bares madrileños ofrecerán desde hoy, viernes día 19 de diciembre, y hasta el próximo domingo día 21 ‘el botijo’, es decir, el emblemático botellín de quinto de Mahou que marcó a toda una generación en el Madrid de los años sesenta. La historia de este botellín fue tan relativamente breve como intensa: con el aperturismo que supuso el inicio de los años ochenta ‘el botijo’ desapareció para dejar paso a otros diseños más actuales y acordes con la sociedad española del momento.

Pieza única

Ahora, tras casi treinta años de ausencia en los bares y calles de la capital española, ‘el botijo’ regresa como regalo navideño al bar, pero también al hogar, ya que las piezas que se comercialicen a lo largo de estos tres días se considerarán únicas, razón por la que Mahou invita a aquellos afortunados que las encuentren a que las conserven como un pequeño tesoro sin precio pero de un alto valor sentimental.

Marketing de la experiencia

Pero ‘el botijo’ no se servirá sin más en las barras madrileñas, sino que su consumo irá acompañado de todo un atrezzo experiencial que contribuirá a trasladar a todo el que se acerque a la barra y pida una Mahou Cinco Estrellas a los maravillosos años sesenta a través de los barrios capitalinos.

Como si de una máquina del tiempo se tratara, la firma cervecera transportará a los consumidores actuales al año 1962, el año en el que ‘el botijo’ vio la luz por primera vez. Mahou ha apostado en este sentido por recrear la época en sus calles, sus carteles, su arte y su quinto más emblemático.

Este proyecto tan original está vinculado a Factoría Mahou, y en él han colaborado numerosos comercios y establecimientos poniendo su grano de arena en la recreación del Madrid de los sesenta. El objetivo de esta acción no es otro que mostrar a los consumidores que la historia de la cervecera está muy influida por historia de la capital de España: desde que naciera allá hacia el año 1890, Mahou ha sido el espectador privilegiado de la vida capitalina, ha sido testigo de todo lo acontecido, de las pequeñas historias cotidianas, pero también de aquellas que han marcado un antes y un después en la historia de este país.

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