El estudio ‘Ghatering consumption data on specific consumer groups of energy drinks’ ha dado como resultado que el 30% de los adultos europeos consume bebidas energéticas al menos una vez al año, además un 13% de los encuestados se pueden denominar como consumidores crónicos de este tipo de producto. Para realizar este estudio se ha utilizado una muestra de 52.000 personas.
El encargado de realizar este particular estudio fue el consorcio Nomisma-Areté, bajo los auspicios de la European Food Safety Authority (quien encargó el estudio) esta empresa tenía el propósito de determinar los niveles de consumo de algunos de los ingredientes de las principales bebidas energéticas: La famosa taurina, cafeína y, sobre todo, la D-glucurono-y-lactona.
Consumidores habituales de bebidas energéticas
Para el estudio aquellos consumidores que son considerados como crónicos toman bebidas energéticas como mínimo entre 4 y 5 veces por semana. Se puede concluir, según los datos que ha sacado a la luz este estudio, que el 13, 3 % de los jóvenes adultos europeos que dijo consumir bebidas energéticas mínimo 5 veces a la semana tiene un consumo de 7 litros de bebida energética al mes.
El consumo de este artículo tiene un gran éxito entre el nicho de población más joven, según el estudio realizado por Nomisma-Areté el 53% de las personas que tienen entre 18 y 29 años toman bebidas energéticas y si bajamos la edad un poco más el porcentaje asciende hasta el 68% entre los adolescentes.
El estudio también ha mostrado datos alarmantes sobre los consumidores crónicos, este colectivo tiene un promedio de exposición a la taurina de 27,9 miligramos al día. Al hablar de la D-glucurono-y-lactona derivada de estos artículos los consumidores habituales presentan un consumo de 125,95 miligramos diarios, mientras que los crónicos doblan esta cantidad que asciende hasta los 268,84 miligramos al día.
