Todos los consumidores de YouTube están perfectamente familiarizados con los anuncios, si no tienen instalado ningún tipo de bloqueador de anuncios la plataforma les regalará una serie de comerciales antes de la proyección de un vídeo o durante este. A pesar de lo que puedan pensar los usuarios, YouTube está teniendo serios problemas con algunos de sus anunciantes y la situación se está complicando.

Son varias las empresas que han iniciado una campaña contra esta conocida red social porque consideran que su publicidad se une a vídeos o a contenidos que son ofensivos, entre los que destacan los de odio, homofobia, nacionalismo exagerado, o, incluso el terrorismo en diferentes ocasiones.

Comienzo

Todo empezó con una investigación que realizó el conocido periódico The Times, en esta rotativo se informó de que los anuncios del Gobierno de Reino Unido y de empresas como McDonald’s o Audi aparecían junto a contenidos extremistas, un hecho que provocó la eliminación de todos los anuncios de estas empresas.

Durante el pasado viernes Starbucks, Johnson & Johnson, Havas o General Motors también decidieron retirar los anuncios de YouTube, mientras que PepsiCo y Walmart suspendieron su inversión en publicidad de Google, a excepción de los anuncios personalizados en búsquedas. Por lo que el boicot no sólo afecta a la plataforma de vídeo, el problema también empieza a salpicar a Google. Las últimas marcas en sumarse a este boicot contra Google y YouTube han sido AT&T (empresa de telefonía norteamericana) y Verizon (el mayor operador de telefonía móvil de los Estados Unidos).

Medidas urgentes

En cuanto Google vio también comprometida su financiación se ha comprometido a contratar más personal para la revisión del contenido publicitario, además del desarrollo de un programa mucho más sofisticado que permite eliminar los anuncios de los vídeos inapropiados.

Las marcas afectadas por este problema han declarado que no volverán a utilizar la plataforma hasta que tengan la certeza de que Google ha solucionado este tipo de problema. Esto es debido a que se asocia a las marcas con un tipo de contenido que va contra sus valores de empresa y provoca que su imagen se vea dañada de forma irreparable.

Si Google no consigue evitar que los anunciantes abandonen el boicot de YouTube puede perder cientos de millones de dólares en ingresos, ya que esta herramienta constituye el ocho por ciento de los beneficios de la compañía, aportando unos 5,6 mil millones de dólares cada año. Mientras se soluciona el problema el valor de las acciones de la empresa ya ha bajado un 4% desde que comenzó el boicot.

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