Según un artículo publicado en Food Navigator USA la categoría de chía en la producción de nuevos alimentos está creciendo a un ritmo del 239%. Dado su alto valor nutricional y su facilidad de adaptación a un elevado número de productos, las semillas de chía se utilizan cada vez más por la industria alimentaria para el desarrollo de alimentos enriquecidos, sobre todo snacks, cereales, lácteos y bebidas.

En Europa el mercado es incipiente aunque la comercialización de estas semillas y sus productos está en auge, sobre todo en países como Reino Unido y España. También en otras partes del mundo como Canadá y Colombia comienza a existir una demanda creciente de productos enriquecidos con chía. Pero sin duda, es en EE.UU. y América Latina donde hay una demanda más extendida y un amplio mercado ya consolidado.

Valor nutricional

Las semillas de chía se caracterizan por sus niveles de proteínas, fibra, ácidos grasos Omega-3 y ácido alfa-linolénico (ALA). También poseen antioxidantes, fósforo, potasio, calcio, magnesio, hierro y zinc.
No se trata de un producto dietético. Sin embargo, ofrece un contenido reducido de grasas y tiene un alto contenido en fibra, sin ser integral.

Ingrediente alimentario

Dada la facilidad de adaptación a un elevado número de productos y sus propiedades nutricionales, hay una tendencia creciente a la incorporación de la chía en alimentos. Por ejemplo, los principios activos extraídos de la chía se están incorporando a aceites. Pero también se están utilizando semillas de chía para enriquecer puddings, snacks, batidos, yogures y bebidas.

La extracción del ácido graso de las semillas de chía se lleva a cabo mediante la tecnología de extracción de fluidos supercríticos. En ainia centro tecnológico tienen amplia experiencia en la extracción de principios activos de la chía con esta técnica. Consiguen, además, convertir un producto, la semilla, en dos productos de mayor valor: el aceite rico en Omega 3 y la harica con una adecuada fracción de aceite.

Según nos cuenta el responsable de esta línea de trabajo, Antonio Tornero, “el CO2 en estado supercrítico es capaz de pasar a través de la harina de semillas de chía y arrastrar el Omega-3, obteniéndose como resultado el ácido graso y harina con menos porcentaje de grasa. Esto nos está permitiendo ayudar a diferentes empresas de alimentación a desarrollar nuevos productos alimenticios y ampliar su oferta de productos enriquecidos en el mercado”. Y añade: “Con este proceso de extracción podemos obtener sustancias de alto valor añadido de forma eficiente y limpia, a precios competitivos”.

Situación del mercado

La situación en Europa en torno a la chía se cuenta detalladamente en el artículo: ¿Por qué hay tanto interés por las semillas de chía?, publicado en la revista Tecnoalimentalia, donde se explica cómo en enero de 2013 la Unión Europea autorizó a la compañía australiana “The Chia Company” a comercializar sus semillas de Chía como “novel food ingredient” pre-envasadas, siempre que se indicase en el etiquetado un consumo máximo de 15 gramos por día y aumentar el contenido del 5 al 10% en los productos de panadería, pan, cereales para desayuno y mezclas de frutas, frutos secos y chía.

Su más directo competidor no se hizo esperar, Innofoods Ltd, con sede en el Reino Unido, solicitó también a principios de este año a la Comisión Europea la aprobación simplificada de sus semillas de chía, producidas en Sudamérica, alegando su semejanza con las semillas comercializadas por “The Chia Company,” cultivadas en Australia.

Sobre los movimientos entre los productores australianos y sudamericanos por erigirse como los hegemónicos en el pujante mercado de la chía puede leerse más en el artículo de Food Navigator USA.

Otro dato más, el pasado mes de junio Drink Chia, la primera bebida de semilla de chía, anunciaba su entrada en el mercado canadiense de bebidas, lo que evidencia los movimientos que se están produciendo también en el país vecino a EE.UU.

Nuevo nicho: Un enorme potencial en Europa

Aquellos profesionales de la I+D y del marketing de empresas alimentarias que busquen nuevos nichos de penetración pueden analizar este mercado emergente. La legislación europea está dando pasos de autorización de uso, como hemos contado y, además, si antes había barreras técnicas que lo hacían costoso y difícil, hoy en día la tecnología de los fluidos supercríticos hace que sea posible la obtención de sustancias activas de las semillas de chía y su incorporación a otros alimentos para enriquecerlos y mejorar sus propiedades nutricionales. O bien desarrollar nuevos alimentos que cuenten con la chía como ingrediente.

FIRMA: ANTONIO TORNERO, Responsable departamento de Ingeniería y Procesos.

 

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