La crisis económica no ha dejado un buen sabor de boca en el sector de la alimentación y bebidas, que el pasado año experimentó un descenso considerable en las ventas de un 2,68%, lo que se traduce en pérdidas de más de 86.000 millones de euros. Estos son algunos de los últimos datos que ha presentado la Federación Española de Industrias de la Alimentación y Bebidas (FIAB) a través del Informe Económico 2012.
El sector alimentario no pasa por su mejor momento desde un punto de vista económico; según se desprende de los datos que aporta el Informe Económico 2012 que se ha elaborado con la colaboración del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente y bajo el patrocinio de La Caixa, la producción de la industria alimentaria ha descendido, las ventas domésticas retrocedieron el año pasado al mismo nivel que existía en el año 2006 y los patrones de consumo se han modificado y orientado hacia productos básicos y marca de distribuidor. La crisis económica y la segunda recesión parecen ser las causas principales de estos fenómenos que afectan a uno de los sectores más importantes del país.
PYMES, empleo e innovación
Casi treinta mil empresas componen en España el sector de la alimentación y bebidas. Entre ellas, un alto porcentaje (más del 96%) son PYMES que crean un alto número de puestos de empleo. El pasado año este sector dio trabajo a una media de 439.675 personas, es decir, un 1,7% menos que en 2011, lo que llama la atención si se tiene en cuenta que la Industria de Alimentos y Bebidas concentra el 20% de la totalidad del empleo industrial.
En cuanto a innovación, este sector ha demostrado ser más innovador que el conjunto de la economía nacional, pero menos que el resto de la industria. Con respecto a ello, la Federación Española de Industrias de la Alimentación y Bebidas cree que una concentración gradual tendrá como resultado una mayor competitividad del sector.
Exportación
Pero no todo son malas noticias para el sector, ya que el pasado año las exportaciones experimentaron un crecimiento del 9.4% hasta alcanzar los 22.078 millones de euros, lo que supone una balanza positiva de 30.26 millones de euros.
La exportación de alimentos y bebidas nacionales a los mercados extranjeros han logrado que el retroceso económico sea más grave.
