Botellas de whisky tatuadas por Le Sphinx para crear una edición limitada de J&B

J&B, el tercer whisky escocés más vendido del mundo que nació al auspicio de la ciudad de Londres durante la segunda mitad del siglo XIX, ha lanzado una edición limitada de botellas que se comercializará en París, y en concreto en el Publicis Drugstore y en L´éclarierur rue Herold, dos históricos comercios de la capital francesa dedicados a la venta de licores.

Esta edición limitada, compuesta únicamente por veinticinco botellas de J&B, constituye sin duda alguna una de las ediciones más preciadas por los coleccionistas; cada una de las botellas está tatuada de manera excepcional, como si de un cuerpo humano se tratara, y se presenta guardada en un precioso estuche de madera que combina a la perfección con la original botella, convertida en toda una obra de arte.

Historia de una idea

Fue a mitad del siglo XIX, y en concreto en el año 1846, cuando se inauguró en la ciudad de Nueva York el primer y rudimentario estudio de tatuajes; poco a poco, este fenómeno fue instaurándose entre los gustos estéticos de la sociedad occidental. Pero la segunda mitad del siglo XIX no sólo trajo consigo la proliferación del tatuaje en occidente, sino también el nacimiento de J&B, la firma de whisky que en la actualidad pertenece a Diageo.

J&B nació en el mismo momento en el que comenzó a proliferar en el Reino Unido el gusto por los tatuajes. Por esta razón, los creativos de la firma de whisky han decidido lanzar al mercado una edición limitada de veinticinco botellas de J&B tatuadas. La finalidad no es otra que celebrar el nacimiento de la firma rindiendo homenaje al tatuaje, ese elemento estético que ha acompañado al hombre desde la época neolítica.

Arte y packaging

Uno de los estudios especializados en tatuajes más importantes de la capital francesa, Le Sphinx, ha sido el responsable de convertir a veinticinco afortunadas botellas de J&B en veinticinco valiosas obras de arte del siglo XXI. Gracias a un encubrimiento de látex y al trabajo minucioso y arduo (20 horas por botella) de los profesionales de Le Sphinx, las veinticinco botellas de J&B se han convertido en auténticas bellezas dignas de admiración estética.